19 mar 2009

Valencia 1 - 2 Real Valladolid

Cuestión de pedigree

Escrito por Redacción Aupapucela.com

El Real Valladolid recupera el pulso en Valencia gracias a una buena primera mitad. Los blanquivioleta son novenos a ocho puntos de los puestos de descenso. Como no podía ser de otra forma, el Real Valladolid regresó a la senda de la victoria ante un 'grande'. Los pucelanos volvieron a exhibir su mejor versión, la del equipo aspirante a UEFA, ante un mediocre Valencia que sin Villa no levanta cabeza. Dos goles: uno de Sesma, cuando no se habían cumplido los primeros diez minutos; y otro de Albiol en propia meta, fueron suficientes para apear a los de Mendilibar a la novena posición, a ocho puntos de los puestos de descenso.

Al Valladolid le va la marcha. Si tuviese que comprar un coche nunca sería un twingo. Si hay que hacer las cosas, las hace a lo grande y ¡qué bueno es eso para el fútbol! Los blanquivioleta se mueven por pedigrees. Si el equipo que salta delante de las filas pucelanas cuenta con una trayectoria de títulos envidiable y puede ser considerados como un trasatlántico que ríase el Titanic, los puntos están casi asegurados.

Lo mismo da que delante se sitúe el raúl de turno, que dos campeones de Europa como Albiol y Silva. La actitud cambia. Se evapora esa complacencia exhibida ante rivales como el Málaga o el Recreativo, para convertirse en ese equipo que atrae al espectador como si de un perfume de Cacharel se tratara.

Cuestión de pedigree. El Valladolid se ha convertido en un equipo exquisito en el que la actitud depende del rival que se coloque delante. Puede ser bueno, pero también malo, muy malo, porque hoy por hoy los equipos modestos –y más con la crisis- duplican a los supuestos ‘grandes’ y la tarta del descenso se divide con ellos, no con el Barcelona, el Madrid, o el mismo Valencia.
En Mestalla no completó el partido de su vida, ni por asomo, pero cambió la marcha. Hasta tal punto que se aprovechó de un equipo ché en horas bajas, que no sabe si el viento le viene de uno u otro lado. Así, antes del minuto diez ya mandaba en el marcador gracias a una buena acción de Víctor que Sesma se encargó de rubricar. Era la diferencia entre la fe ciega en un sistema y las dudas existentes en el vestuario valencianista, tras el descalabro en la Copa de la UEFA. San Mendilibar aún tiene muchos devotos, pese a que en el coliseo del Turia tuviese que ver el partido desde la grada.

El Valladolid siguió fiel a su estilo y la diferencia pudo ampliarse una y hasta dos veces por medio del bucanero Pedro León, que se mostró especialmente motivado con el Valencia. Quién sabe si el pasado levantinista corrió ayer por sus venas. El extremo blanquivioleta no pudo darse un homenaje. Tampoco hizo falta porque pocas jugadas después, un centro desde el perfil zurdo se convertía en un nuevo aliado pucelano por obra y gracia de Albiol, que encajaba un tanto en propia meta que desataba la ira de la parroquia local contra su equipo. Al Valladolid le va la marcha, está claro.

La segunda parte no fue tan brillante. Aunque sí de pico y pala. Tanto que Borja y Bea se jugaron el tipo para que el Valladolid continuase con su estela de matagigantes. El central vasco acabó con un aparatoso vendaje que puso de manifiesto la garra con la que encararon el choque los visitantes.

Leer el final de la crónica

Foto: AupaPucela.com

No hay comentarios: